7/7/14

Algunas utopías concretas para el arte contemporáneo.

Así titulé a la entrevista que le hice a Gerardo Mosquera en diciembre pasado. Me apoyé en una de sus respuestas, donde el curador afirma:

Quisiera que el carácter utópico del museo-como-hub funcionase como una "utopía concreta", en el sentido de Ernst Bloch, a diferencia de lo que él llamó "utopía abstracta", resultado de la ilusión, el voluntarismo, la imposición e incapacidad de interactuar con el mundo real.

En una serie de correos electrónicos, Mosquera contestó a mis preguntas sobre la socialización del arte a gran escala. Este es un problema que él ha venido trabajando desde al menos 1977, con un artículo suyo publicado en La Habana y posteriormente incluido en su libro Exploraciones en la plástica cubana (1983). En la entrevista, Mosquera ofrece ejemplos e ideas concretas desde las cuáles podría alcanzarse una mayor integración del arte en la vida cotidiana y también una comunicación más eficiente entre las imágenes artísticas y el público.

Su libro El diseño se definió en octubre (La Habana, 1989) fue un texto muy novedoso en el entorno habanero, hasta el punto de anticipar en más de dos décadas algunos de los problemas más candentes del arte cubano del siglo XXI. Es decir, la necesidad de franquear los muros institucionales, integrar el arte a los conflictos del presente y lograr una participación más activa del espectador en las propuestas artísticas. En la Cuba actual, el problema de la socialización del arte a gran escala es particularmente desafiante, debido a la escasa resonancia de las creaciones artísticas en los medios de difusión masiva y a la desmedida importancia política que están adquiriendo los espacios públicos.

Dividí la entrevista en dos partes. Mi idea fue conservar un primer momento, dedicado a lo que Mosquera denomina “áreas secantes de comunicación”, mientras en la otra mitad se habla del “Museo como Hub”.

Para leer la entrevista desde un inicio haga clic en este enlace.


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