20/12/19

Arte, crítica social y medios de comunicación. Una entrevista con John Perreault.

Esta entrevista con John Perreault –a quien se deben términos como minimal artanti-form y photorrealism, entre otros- fue realizada por correo electrónico entre febrero y marzo del 2011 y publicada en ArtExperience:NYC, Spring 2011. La reproduzco en dos partes.

Desde mediados de los años 60, Perreault ha estado activamente involucrado en el escenario artístico contemporáneo. Entre 1966 hasta 1974 tuvo a su cargo de la sección de crítica de arte del Village Voice. También colaboró para Art NewsArt ForumSculpture and Art International, entre otras relevantes publicaciones. Algunos de sus ensayos han sido incluidos en antologías imprescindibles como Minimal Art (1968), Idea Art (1973) y Theories of Contemporary Art, Prentice-Hall, 1985. 

Foto publicitaria para Poetry Events (Eventos de poesia), 1969. Central Park Bandshell. De izquierda a derecha: Michael Benedict, John Perreault, Vito Acconci, John Giorno, Hannah Weiner.Cortesia John Perreault



Para esta entrevista decidimos hablar sobre el arte de crítica social y los medios de comunicación masiva, incluyendo las relaciones entre arte e internet.

Ernesto Menéndez-Conde: ¿Cómo y hasta qué punto el arte socialmente crítico puede ser más efectivo en un momento en el que la crítica social parece haber sido apropiada por los medios de comunicación y la industria del entretenimiento?

John Perreault: Si lo que usted quiere decir es que cuando los medios de comunicación se apropian de la crítica social la banalizan de manera automática, entonces sí que tendríamos un problema.
Pero no creo que ese sea necesariamente el caso. Por ejemplo, la asimilación por la industria del entretenimiento de algunos problemas que enfrentan los homosexuales en realidad ha contribuido a crear algunas soluciones. Cuando se tienen comedias en las que se manifiestan simpatías hacia los hombres y mujeres gays, e incluso hacia parejas homosexuales que crían niños, se está contribuyendo al progreso. Hasta cierto punto las comunidades negras y latinas también han ganado terreno debido a la normalización que les confieren los medios de comunicación y la industria del entretenimiento.

Sabemos que las grandes empresas tienen sus pros y sus contras. Sabemos que se mueven por la avaricia. Sabemos que el hambre es inaceptable. Sabemos que el racismo es un pecado y que las farmacéuticas, los hospitales y los médicos obtienen grandes ganancias con la enfermedad. Sabemos que la contaminación ambiental va a destruir el planeta. ¿Cuál sería entonces el papel del arte contemporáneo que aspira a ser socialmente critico? Hacen falta nuevas tácticas.Ya han quedado atrás los días en los que se le predicaba al converso. Hacer reproches es contraproducente. El arte contemporáneo al servicio de la crítica social necesita ser más subversivo. La crítica social directa –como fue iniciada por un artista como Hans Haacke- está muy bien, se anota puntos dentro del mundo del arte y quizás, eventualmente, dentro de la historia del arte. Pero, admitámoslo: no tiene ningún impacto en un ámbito más amplio. Un chiste virulento, si se propaga, tiene más resonancia que todo el activismo político que se pueda producir en el escenario artístico y, valga la aclaración, no me desagrada el activismo político, per se.

De cierta manera, el arte, a menos que  salga del ambiente artístico, no puede ser socialmente crítico. El mundo del arte, sin embargo, puede usarse como un peldaño hacia una mayor presencia en los medios de comunicación, donde la crítica social desde el arte puede al menos tener un nanosegundo de visibilidad antes de volverse digerible y convertirse en pasto de la reafirmación del status quo. El arte de crítica social debe ser anti-arte y anti-mundo del arte.

Dicho esto, lo que verdaderamente necesitamos es una visión más amplia. Primeramente debemos afirmar que los medios de comunicación, la industria del entretenimiento y el mundo del arte provienen de la misma fuente y forman parte de las mismas estructuras profundas, que han permanecido sin ser examinadas durante mucho tiempo. Son estas estructuras profundas las que debieran ser transformadas si queremos que haya justicia y progreso. En la actualidad los medios de comunicación, la industria del entretenimiento y el mundo del arte se basan en el materialismo y el egotismo. Cambiar esto lo cambiaría todo.

Ernesto Menéndez-Conde: Usted sugiere la posibilidad de que el arte sea más socialmente crítico al ganar un mayor espacio en los medios de comunicación. En el mundo actual los márgenes entre arte, industria del entretenimiento y medios de comunicación son cada vez más difusos. ¿Cree usted que una mayor integración entre el arte y los medios de comunicación implicaría una desarticulación de las complejidades y peculiaridades de los lenguajes artísticos, y por tanto una renuncia a esas formas de crítica social?

John Perreault: Sí. Realmente creo que el arte socialmente crítico puede ser más efectivo gracias a una mayor presencia en los medios de comunicación. La teoría, tal y como se enseña en la actualidad, es sólo una manera de mantener a los potenciales conflictivos al margen de los problemas y un ingenioso dispositivo para inflar las matrículas en los cursos de doctorado. A menos que el análisis no conduzca a la acción, análisis es parálisis. No estoy seguro de lo que quiere decir con "complejidades y peculiaridades de los lenguajes artísticos", pero sea lo que sea estoy convencido de que no se trata de formas de crítica social. Su enunciado me suena a formalismo. De lo que estamos hablando realmente es de una confusión premeditada en provecho de la colocación de un producto. No deja de sorprenderme que el arte socialmente crítico haya sido tan fácilmente destruido por los académicos, quienes si verdaderamente se propusieran ser críticos, investigarían el papel de la llamada educación superior en la destrucción de las artes y la perpetuación del status quo.

Ernesto Menéndez-Conde: Me gustaría explicar lo que quiero decir por complejidades y peculiaridades de los lenguajes artísticos. Aquí, en esta entrevista, he me he servido deliberadamente de una oposición artificial entre arte y medios de comunicación. Sabemos de antemano que esto es inexacto, discutible y definitivamente pasado de moda; pero al menos espero que contribuya a crear algunas distinciones generales entre arte y medios de comunicación. Yo diría que el arte contemporáneo posee un marco teórico o conceptual complejo y a ratos oscuro. También acude a estrategias tendientes a estimular la participación del espectador en la obra de arte, establece un continuo diálogo con la tradición de la historia del arte y se sirve de modos de expresión metafóricos, formalistas y herméticos. ¿Una mayor presencia en los medios de comunicación masiva no sería un modo de domesticar algunas de esas peculiaridades? 

John Perreault: Al parecer usted piensa que existe algo necesariamente complejo en el arte contemporáneo. En realidad gran parte de dicho arte no lo es. Además, quizás debido a mi experiencia o a que comparto algunos de los marcos de referencia, yo no lo encuentro particularmente complejo ni oscuro. Por el contrario, disfrutar del arte contemporáneo es como leer una novela o ver una película de Hollywood. Uno estaría perdido si sólo leyera el último capítulo o viera el último rollo. Uno debe saber qué ha pasado antes. El arte es un lenguaje, pero más un lenguaje de referencias que de formas. Para comprender a Ellsworth Kelly uno tiene que entender que estaba reaccionando contra De Kooning y que éste a su vez reaccionaba contra Mondrian y Picasso, etc.

Lo que distingue al arte contemporáneo de los medios de comunicación masiva no es que sean estructuralmente distintos, porque no lo son, sino la falta de una narrativa compartida, más allá de las generalizaciones más abarcadoras.

No olvide que los medios de difusión masiva tienen también sus propias narrativas. Casi todas las películas de Hollywood hacen de un modo u otro referencia a filmes anteriores. Todos los programas de participación (game-shows) The Next Greatest (El próximo gran…) hacen referencia a previos programas de participación.  The Next Greatest Artist (El próximo gran artista) está basado en  The Next Greatest Designer (El próximo gran diseñador)

Pienso que otro tanto sucede con la música Pop. Le ofrezco un ejemplo: ¿entenderíamos todas las bromas en un video de Lady Gaga si nunca hubiéramos visto un video de Madonna? Y también hay referencias cruzadas. En el video de Lady Gaga para Born This Way, hay una larga introducción que es ciertamente una referencia a 2001, una odisea del espacio, de Kubrick.

Luego usted prosigue:
También acude a estrategias encaminadas a estimular la participación del espectador en la obra de arte, establece un continuo diálogo con la tradición de la historia del arte y se sirve de modos de expresión metafóricos, formalistas y herméticos.

No puedo dejar de pensar que lo mismo puede decirse de la música pop y ciertamente del jazz cuando estaba en sus buenos tiempos.

El propio término "teoría" me pone contra la pared. ¿Es ésta una palabra codificada por el Marxismo u otro legitimado sistema de análisis? De ser así, sería una cobardía no admitirlo. En cambio, creo que en la actualidad por teoría usualmente se entiende el uso de estrategias filosóficas para evaluar e interpretar el arte. En otras palabras, la teoría está conformada por metodologías para la crítica de arte. Primero fue el estructuralismo, luego el post-estructuralismo. En ambos casos yo no acierto a ver un efecto directo sobre la creación artística, salvo en la forma de pomposas declaraciones de los artistas. O en el sentido de que los artistas quisieran congraciarse con los historiadores o los críticos de arte, lo cual me resultaría extraño ya que los historiadores del arte tienen poco poder, y los críticos de arte tienen todavía menos, quizás porque algunas de sus lumbreras están metidas de lleno en la teoría.

¿Cómo usted hace una obra de arte post-estructuralista? Yo puedo entender el Minimal como un producto mixto del positivismo lógico, la filosofía del lenguaje o el pragmatismo; pero no puedo ver cómo se puede discutir gran parte del arte en términos post-estructuralistas, como resultado de formas de análisis post-estructuralistas.

Por otra parte, no creo que le haya prestado suficiente atención a la creación artística desde las ideas feministas o las teorías queer, tal vez porque usarlas en defensa de las obras de arte interfiere con las ventas, en el mismo sentido en el que interfiere el marxismo. Las ideas anarquistas son también venenosas, al igual que las ideas espirituales. Salvo estas últimas, todas estas herramientas y modos discursivos son a veces agrupados bajo la rúbrica de ‘teoría’, donde mueren una muerte apacible.
Y finalmente usted pregunta:
¿Una mayor presencia en los medios de comunicación masiva no sería un modo de domesticar algunas de esas peculiaridades? 

No creo que una presencia más efectiva del arte en los medios de comunicación masiva tenga mucha importancia, si el arte no es utilizado como un vehículo para mensajes que no sean los del  santuario o la estética.

La estrategia más efectiva es crear arte directamente para los medios de comunicación. Yves Klein es un buen ejemplo. Hay evidencias de que muchas de sus obras, como el famoso Salto al vacío -y la respectiva foto para la prensa-, La galería vacía e incluso sus pinturas con fuego tuvieron una intención espiritual y él usó los medios de comunicación para acceder a un público más amplio. Salvador Dalí es un mal ejemplo: su empleo de los medios de comunicación no fue una manera de perturbar a la conciencia burguesa (como sí lo fue la plataforma de los surrealistas); sino tan sólo un modo de hacer mucho dinero. Andy Warhol es un ejemplo mixto.

En los comienzos de mi carrera artística yo me sentí influido por un grupo de artistas argentinos que crearon The Happening that Never Happened. Mi amigo Eduardo Costa, que más tarde se mudó para New York, donde lo conocí, fue un colaborador activo. The Happening that Never Happened estaba estrictamente diseñado para los medios de comunicación, ya que de hecho nunca llegó a ocurrir y sólo existió en algunos comunicados de prensa.

Cuando en 1968, Eduardo, la poeta Hannah Weiner y yo colaboramos en el Fashion Show Poetry Event en el Center for Inter-American Relations en Park Avenue, teníamos una exhibición de modas en vivo, con ropa diseñada por Andy Warhol, James Lee Byars, Marisol, Claes Oldenburg, y muchos otros, incluyendo a Rubens Gershman, Susana Salgado y Enrique Castro-Cid. Algunas modelos entre las que figuraba Carolee Schneemann; poetas como Anne Waldman, Gerard Malanga, y Bernadette Mayer……The Fashion Show, sin embargo, era sólo una manera de ganar cobertura en los periódicos, las revistas de arte y las revistas de moda.  Esta cobertura era para nosotros la principal y más seria manifestación de nuestra obra de arte colectiva, y a la que de hecho le debemos su éxito.
Influidos por El sistema de la moda, de Roland Barthes, nosotros queríamos mostrar que la moda y de hecho su “sistema”- incluyendo pasarelas, mercadeo y publicidad- eran arte. Pero también, y esto era más importante aún, queríamos mostrar que el arte, como se entendía usualmente, podría ser visto como un sistema de la moda.

Aquí algunas otras cosas a tener en cuenta:
¿Qué artista es más importante Matthew Barney o Bjork?  Yo diría que Bjork.
¿Qué artista logró que Target dejara de donar dinero a grupos anti-gay? ¿Sherrie Levine o Lady Gaga? Lady Gaga.

Más que una interacción entre el arte y los medios de comunicación masiva (estos últimos influyendo sobre los primeros, más que a la inversa), yo estoy ahora más interesado en la interacción entre arte e internet y la interacción entre el arte y las redes sociales. ¿Son las redes sociales medios de comunicación masiva? Tengo la impresión de que hay una gran diferencia entre unos y otros. Pero quizás este es un asunto para otro momento. El año pasado yo abrí un grupo de discusión en Facebook. Dos de los temas a debatir eran sobre Internet:

Will the Internet Destroy Art? (¿Destruirá Internet el arte?)
How Has the Internet Influenced Your Art? (¿Cómo internet ha influido sobre su arte?)
Vea también mi reciente ensayo Artopia Did Art Museums Have a Future? (¿Hay un futuro para los museos?) http://www.artsjournal.com/artopia/2011/01/did_art_museums_have_a_future.html

Segunda parte

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