Esta tarde se inaugurará WONDERLAND en 17 Frost St., Brooklyn, NY, 11211 el sábado 7 de julio, de 7:00 p.m. a 11:00 p.m., con los trabajos recientes de Rafael Lopez-Ramoy y una presentación musical de Lenna Pierce a las 8:00 p.m. y Roberto Poveda a las 9:00 p.m.
A continuación un fragmento del texto Wonderland. Consumismo y erotismo en los collages de Rafael López-Ramos, que saldrá próximamente en Arte al Día.
Los situacionistas llamaron détournement a una práctica artística que consistía
en tomar una mercancía y transformarla en un objeto artístico, de forma tal que
se negara a sí misma como mercancía y, por lo tanto, subvirtiera el imperativo
de consumir que caracteriza al capitalismo contemporáneo.
Los collages recientes de Rafael López-Ramos
parecen seguir una lógica semejante. En su caso son las estrategias publicitarias las
que se vuelven contra sí mismas. López-Ramos se sirve de los anuncios que
aparecen en las revistas, los recorta y los traslada a sus lienzos. En
particular, acude al
desnudo femenino para desmontar el carácter de mercancía sexual que distorsiona
el erotismo. Como han observado numerosos pensadores contemporáneos, en la
actualidad lo que genera complejos de culpa no son las prohibiciones sobre el
goce; sino el hecho de no haber disfrutado lo suficiente y no satisfacer las
demandas del placer. López-Ramos presenta un mundo banalizado y opresivo
precisamente porque está inundado de contenidos sexuales.
López-Ramos aspira a mostrar cuánto hay
de pesadilla en las imágenes publicitarias. Sus collages son inusuales formas
de un erotismo atractivo y al mismo tiempo chocante. Los cuerpos sensuales de las modelos, las zonas erógenas de la mujer, aparecen descarnadamente asociadas a
productos cosméticos, a precios de mercancías y a frases que nos ordenan comprar.
Aquí el anuncio de la exposición.
Ernesto me cuadra muchísimo tu aproximación a mi obra, bucea profundo en sus aguas y mira a través de una careta limpiecita que nombra las cosas con claridad y belleza. Gracias por esto y por tu asistencia al opening pese a las vicisitudes que te impuso la línea L del subway.
ResponderEliminarUn abrazo